SAN PEDRO: Este discípulo de Cristo fue a predicar a Roma con san Pablo, donde Pedro fue arrestado por el emperador Nerón. Llevado ante el prefecto Agripa, lo condenó a la crucifixión por su condición de extranjero. Por humildad y por no querer sufrir el mismo martirio que Cristo, pidió ser crucificado cabeza abajo.
+© Dominio Público