2. No olvides que los encargos son hábitos.
Por lo tanto, lograrás éxitos con la repetición de actos. Un día y otro, una semana y otra. El niño irá de menos a más, pero para eso necesita hacer del acto una costumbre en su rutina. Eso se logra a base de semanas y meses. Además, ten en cuenta que hay niños a los que les cuesta muy poco incorporar hábitos mientras que otros necesitan más tiempo porque tienden a la dispersión o la creatividad. Ten paciencia, pero no te rindas enseguida. Piensa que a los 2-3 años los pequeños ya son capaces de tener encargos, así que no los sobreprotejas y confía en ellos.
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