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En la mañana del 16 de abril, en medio de los escombros de la catedral, devastada el día anterior por las llamas durante más de 9 horas, la Cruz se levantaba, como milagrosamente. Símbolo de la esperanza y la fe, de la vida que vence a la muerte. Ubicada detrás del altar, la Piedad, estatua monumental del escultor Nicolas Coustou encargada por Louis XIV según los deseos de su padre Luis XIII, también estaba intacta.
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© LUDOVIC MARIN | AFP