Leer juntos.
Compartir un rato de lectura es también muy apropiado. Nunca es tarde para retomar hábitos que deberían ser imprescindibles por la cantidad de beneficios que nos aportan.
Buscar un lugar y un momento para leer con nuestra familia es una buena idea si queremos que todos recuperemos esta buena práctica. Incluso, si tenemos pequeños que están aprendiendo a leer, podemos ayudarles, ojear con ellos la cartilla o escucharles mientras leen en alto y practican la expresión oral.
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