Dejar los prejuicios a un lado Aprender a pensar sin juzgar; tomar el rol de observador de los hechos sin hacer juicios ni evaluaciones; procurar juzgar menos implica no sólo ser mejor observador de los acontecimientos y de otras personas, sino además de nosotros mismos.
Esto nos ayudará a percibir las cosas con la mente más abierta, a comunicarnos mejor con el mundo y a desarrollar una visión más completa de la realidad.