En su interior, a la derecha podemos encontrar la imponente estatua del Moisés, que fue encargada a Miguel Angel en el 1505 para ornamentar la tumba del papa Julio II. Llaman la atención a muchos turistas los cuernos que salen de la meticulosa cabellera del Moisés. Y esta curiosa cornamenta se debe a una mala traducción (en esa época) de la Biblia Hebrea.
+ © Ma. Paola Daud