Enséñale un feminismo saludable.
«Parece existir -dice Meg Meeker- un vínculo muy real entre el triunfo social del feminismo y una cultura de la soledad, ansiedad y depresión mayor que nunca». La autora señala que imponerse a sí misma parámetros masculinos acaba perjudicando a la mujer. A mujeres y hombres no nos motiva lo mismo, aunque tengamos igual inteligencia y capacidad para hacerlo. No valoramos igual el éxito profesional ni su repercusión en la vida familiar y personal.
Meeker señala cuestiones que se han vendido como avances pero impiden el auténtico feminismo: la anticoncepción sistemática y constante desde la pubertad, el aborto como método anticonceptivo generalizado, la pornografía, la obsesión por la perfección del cuerpo y por evitar el envejecimiento, los vientres de alquiler que degradan la dignidad de la mujer.
En cuanto a la ideología de género, Meeker es muy crítica. Señala que es la culpable de que, por ejemplo, en Estados Unidos hayan crecido los casos de “disforia de género” entre las chicas, que piensan que cambiando su cuerpo por el de un varón solucionarán sus problemas.
La autora habla de un feminismo «saludable» que entienda que la feminidad es algo positivo y maravilloso; esto incluye la maternidad, que es su expresión más importante.
+© ESB Professional / Shutterstock.com