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La noche del 16 de marzo de 2017, una mujer y cinco hombres, al parecer pertenecientes a un grupo de delincuencia organizada que se hicieron pasar por integrantes del grupo de elite policial GATE (Grupo de Armas y Tácticas Especiales), entraron de forma violenta al domicilio del padre Robert Coogan, responsable de la Pastoral Penitenciaria de Saltillo, con “la supuesta intención de buscar drogas”. La situación llegó a la agresión del presbítero y se llevaron a uno de los integrantes que viven junto al sacerdote con la falsa acusación de haber encontrado droga en la casa. Aunque todo parece indicar, según la diócesis, que fueron los mismos agresores, quienes llevaron la droga al lugar para justificar los hechos.
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