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PASEO POR EL ACANTILADO EN POURVILLE, CLAUDE MONET (1882). “¡Hombre libre, tú siempre has de querer al mar! El mar es el espejo donde tu alma se mira”, decía Beaudelaire. Ser impresionista es querer la libertad. Querer la libertad es querer la mar, a un tiempo suave y temeraria. En este cuadro podemos dejarnos llevar por el viento marino, escurridizo, que mece las hierbas.
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