Bernardo
San Bernardo da Corleone creció en una casa con la caridad en su corazón. Aunque un poco nervioso, cambió después de herir a un retador con su espada. Al buscar el perdón, se sintió atraído por los frailes capuchinos y pasó el resto de su vida viajando de un convento a otro, realizando tareas serviles y cuidando a los enfermos. Es un maravilloso ejemplo de cómo al buscar penitencia puedes vivir una vida verdaderamente satisfactoria.
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