Enamorado... y no correspondido
"En aquel verano, después de dar el Bachillerato, me encontré en La Serena con ella. No me di cuenta en un comienzo que me había enamorado: desestimé esos sentimientos como un cariño protector. ¡Por Dios qué farsante fui! Y así Madrecita, Tú lo sabes muy bien, me fui enamorando terriblemente" (Diario de vida, 13 de mayo de 1955).
+© Fundación Mario Hiriart