La perseverancia de Santa Mónica
Mónica rezó por su hijo San Agustín durante 17 años antes de su conversión. Es conocida por su perseverancia en la lucha por el bien de su hijo que vivía una vida inmoral, sobre todo de lujuria e impureza, antes de convertirse al catolicismo.
A lo largo de estos años, soportó una enorme cantidad de sufrimiento e incluso Agustín la rechazó múltiples veces, pero ella continuó amando, orando y nutriendo a su hijo durante su tiempo rebelde.
¡Cuántas mujeres no se rinden ante el desánimo que sienten al ser testigos de las malas decisiones de sus hijos! Con lágrimas ven a sus hijos sufrir, pero se mantienen firmes sin perder la esperanza.
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