Tinteros de santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz
“Solo tu corazón podrá leer esta carta porque yo misma tengo problemas para descifrarla, me he quedado sin tinta, tuve que escupir en nuestro tintero para hacer alguna… ¿no te da risa?”, escribe Teresa a Céline, en su carta 142. En el Carmelo sólo se compraba tinta para grandes proyectos. El procedimiento habitual era hacer su propia tinta. Los tinteros de santa Teresa aún se conservan en el convento.
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