5 / 9
Antes de concluir la ceremonia el sacerdote bendice a los recién casados. Sin duda, uno de los momentos más solemnes de la celebración. “… Y ahora, Señor, te pedimos también que estos hijos tuyos permanezcan en la fe y amen tus preceptos; que, unidos en Matrimonio, sean ejemplo por la integridad de sus costumbres; y, fortalecidos por el poder del Evangelio, manifiesten a todos el testimonio de Cristo; que su unión sea fecunda, sean padres de probada virtud, vean ambos los hijos de sus hijos, y, después de una feliz ancianidad, lleguen a la vida de los bienaventurados en el reino celestial. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén” Quizás este sea el verdadero significado del matrimonio. Una unión voluntaria que perdure en el tiempo y que sea ejemplo de amor y cristiandad para toda su familia.
+

© zelle duda / Unsplash