No cuestionarte nunca
¿No es la culpa un sentimiento desagradable? Entonces, ¿por qué castigarte a ti mismo cuestionando tus acciones o palabras? Si, cuando fallas en algo, no crees ni por un minuto que esto podría ser tu culpa, es obvio que evitarás sentirse culpable. Pensar que nada es nunca culpa tuya, no responsabilizarte por tus errores, es una vez más una forma infalible de perseverar en el fracaso como persona.
En su lugar, recuerda y practica esto: pensar en tus acciones y palabras puede de hecho hacerte consciente de ciertas fallas. ¡Esto te permite aprender de tus errores y evitar volver a cometerlos en el futuro, ayudándote a continuar en tu camino hacia la felicidad!
+© fizkes | Shutterstock