5. Desde 1870 es la sede del cónclave, la reunión en la que los cardenales electores del Colegio Cardenalicio eligen a un nuevo papa. Una vez se ha elegido Papa, se le conduce a la diminuta sala de las lágrimas de la Capilla Sixtina. Esta capilla se encuentra a la izquierda del altar bajo El Juicio final y se la denomina de este modo porque el nuevo Papa suele irrumpir en llanto por la emoción del nombramiento.
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