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La habitación de santa Teresa de Lisieux, en Francia
Teresa de Lisieux pasó en esta habitación once años de su vida, hasta su entrada en el Carmelo en 1898. A la muerte de su madre, en 1877, toda la familia Martin se instaló en Lisieux y alquiló la casa de Les Buissonnets. Sobre la cómoda de la habitación de la pequeña Teresa, la estatua de la Virgen recuerda que la pequeña se curó con su sonrisa, el domingo 13 de mayo de 1883. Como ella misma describiría más tarde, rezó en su sufrimiento a la Virgen y vio de golpe su rostro transpirando una inmensa ternura. Teresa no tenía ninguna duda: era “la sonrisa de la Virgen”.
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