VER DORMIR A TU BEBÉ. En lugar de cuidar de ti misma y relajarte, te quedas viendo dormir a tus hijos. A veces te sorprendes quedándote durante horas en su habitación admirando ese maravilloso espectáculo. Además, antes de irte a la cama, después de un largo día, miras su foto en la pantalla de tu móvil. ¿Una pérdida de tiempo? Tal vez. Pero ciertamente te vas a la cama de mejor humor. Al final, es muy agradable ser una madre imperfecta.