SALTARTE LA HORA DEL BAÑO. Si contamos el tiempo de preparación, el secado y el cambio de ropa, se tarda unos 30 minutos en bañar a un bebé o a un niño pequeño. Y si tu pequeño pirata ya ha descubierto las alegrías de salpicar todo el cuarto de baño, tirar sus juguetes flotantes al suelo o forrar las paredes con espuma de jabón, el tiempo puede alargarse más. Luego hay que sumar el tiempo perdido por la crisis de desesperación que se produce al salir de la bañera, más el tiempo que se tarda en limpiar y secar el baño. De hecho, hace falta mucho más del tiempo calculado. Así que, pensándolo bien...igual no pasa nada si algunas noches tu hijo va a la cama sin bañarse, ¿verdad? ¿Y qué? Total, ya se lavará mañana.