TENER REMORDIMIENTOS. Ninguna madre se atreve a admitirlo pero, en momentos difíciles, las mujeres se sienten decepcionadas y solas. Tienen la impresión de haber elegido una vida demasiado difícil para la que no estaban preparadas. Es un sentimiento normal. Pasará en cuanto tu hijo o hija te dedique una gran sonrisa desdentada. Con el tiempo, todos tus esfuerzos serán recompensados y te darás cuenta de que por nada en el mundo cambiarías tu vida