La joya más preciada del Tesoro de la Catedral
La Custodia de Arfe es de planta hexagonal y de una gran belleza. Consiste en una composición de columnillas de plata dorada que van adornándose con ángeles, flores, santos, campanitas y espigas (una alegoría de la Eucaristía, que recuerda el trigo con el que se elabora el pan que va a consagrarse). Toda ella tiene pedrería. En su parte superior se alza una cruz del siglo XVI.
En su época, la Custodia costó 15 millones de maravedíes, lo que equivaldría a unos 3 millones de euros.
El núcleo central de la custodia fue hecho por el orfebre Jaime Aimerich en Barcelona por encargo de Isabel la Católica con el primer oro que llegó de las Américas. La quiso para su uso devocional. Posteriormente fue adquirida por los canónigos de la catedral de Toledo en 1505. Así fue como el cardenal Cisneros decidió enriquecerla encargando a Arfe una custodia magnánima.
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