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Un jardín blanco del Espíritu Santo
Un jardín dedicado al Espíritu Santo sería todo blanco, con la característica añadida de que parece resplandecer en la oscuridad. Dispón las plantas según sus texturas en grandes grupos para crear un mayor efecto y varía según la estación de floración. Podrías usar la hortensia Hydrangea arborescens de mediados a finales de verano, el eléboro blanco para el comienzo de la primavera, y lirios y un surtido de flores anuales para el resto del año.
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