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Franciscanos
Negro, gris, castaño oscuro, castaño claro e incluso celeste, el color del hábito franciscano ha evolucionado mucho a lo largo de los siglos, según las corrientes y los países. Los relatos hagiográficos, y especialmente el escrito por Tomás de Celano en 1228, evocan la importancia del hábito para Francisco de Asís como marcador social y moral. El santo eligió un manto tosco, sinónimo de pobreza, y en forma de cruz. Hoy, los franciscanos han heredado este atuendo muy simple, generalmente de color marrón oscuro. En su cinturón normalmente hay una cuerda blanca hecha de tres nudos. Representan los tres votos queridos por los franciscanos: obediencia, castidad y pobreza. Finalmente, las sandalias también son un elemento común entre los franciscanos.
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© Philippe Lissac / GODONG | Ref:252