Hacer una genuflexión.
Hacer una genuflexión: A la hora de enseñar este gesto a los niños en ocasiones debemos armarnos de paciencia ya que les puede resultar algo complicado. Incluso algunos pierden el equilibrio, hecho que les provoca alguna que otra risa. Así que recomiendo practicarlo durante las sesiones de catequesis en algún otro sitio que no sea directamente ante el Sagrario.
Simplemente hay que doblar la rodilla derecha hasta tocar el suelo, mientras mantenemos la espalda recta.
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