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Santuario de la Virgen de Tal-Ħerba, Birkirkara. En 1923, Francesco Briffa fue atropellado por un coche en Imrieħel. Le iban a amputar la pierna, pero su súplica a la Virgen de Tal-Ħerba fue escuchada y su pierna se salvó | Cortesía de Michael Buhagiar
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© Courtesy of Michael Buhagiar