Segundo obispo de Lyon (Francia), san Ireneo se distingue por su denuncia de la herejía dualista que afirmaba que los seres humanos son almas divinas atrapadas en un mundo material. La inteligencia, la caridad y el sentido de la Tradición apostólica resplandecen en sus obras. Fue el primer gran teólogo de la Iglesia de Occidente y murió martirizado. El papa Francisco
lo declaró doctor de la Iglesia el 21 de enero de 2022. Es santo patrón de la diócesis de Lyon y su día es el 28 de junio.