No se puede hablar de san Donato sin citar a su hermano san Rogatio, muertos ambos como mártires en Nantes (Francia) bajo el emperador Maximino. Hijos de un magistrado de la ciudad, que los llama los “niños nanteses”, son los primeros cristianos conocidos de la región. Donato estaba bautizado y Rogatio no era más que un catecúmeno cuando fueron detenidos por ser cristianos. Fueron sometidos a torturas en el potro, pasaron su última noche rezando juntos y luego les cortaron la cabeza. Son los
santos patrones de la ciudad y de la diócesis de Nantes. Su fiesta es el 24 de mayo.