¿Quién no conoce la famosa
abadía de Saint-Pierre de Solesmes (Sarthe)? Un lugar de oración, belleza y paz, marcado por el ritmo de vida monástico de los monjes benedictinos. Todo allí está hecho para permitir un tiempo de rica e intensa renovación espiritual: participación en los servicios litúrgicos (cantados en latín y gregoriano), lectura, meditación, oración, paseos por los alrededores…