Durante siglos, los peregrinos han subido a Frigolet (Bocas del Ródano) para rezar al Arcángel San Miguel y a la Virgen María. Situada entre Aviñón y Tarascón, la comunidad religiosa de
Saint-Michel de Frigolet pertenece a la orden de los Canónigos Regulares de Prémontré. Los hermanos reciben a visitantes, huéspedes de paso, jóvenes, personas en retiro y a todos aquellos que buscan el silencio, el descanso o un lugar para orar o estudiar.