Este
sacerdote carmelita fue místico, poeta y reformista. Sus acciones y creencias en ocasiones lo condenaron al ostracismo, dejándolo aislado pero más cerca de Dios.
Sus dificultades en realidad aportaron más poder y comprensión a su obra, recordándole que, en la vida, es necesario aceptar la cruz y unirte con Dios. Su vida es una lección para los niños sobre que, sean cuales sean las dificultades que afronten, el Señor estará a su lado.