Reza con ella
Cuando estés en el trabajo, reza por ella. Ofrece tu día por ella. Encomiéndala a su ángel de la guarda y a su santa patrona para que en tu ausencia durante tu jornada laboral, ella no esté sola.
Cuando estén juntos recen tanto por la vida por nacer, como por el bienestar de los dos y en particular de ella. Y cuando estés cansado de servirla y te sientas más que el actor de apoyo el extra sin créditos en la película, recuerda a San José y pídele que te ayude. No lo eres.
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