Dado que los entierros en la ciudad solo estaban permitidos para cultos legalmente autorizados (incluido el judaísmo), los cristianos enterraban a los suyos en catacumbas, fuera de los muros de la entonces capital romana Melite (hoy Mdina). Hoy en día, las intrincadas y extensas Catacumbas de Malta son la evidencia arqueológica más grande del cristianismo primitivo en el archipiélago.
+