4.La comida templada: El cerebro rechaza de manera natural alimentos fríos. Prefiere, por lo general los alimentos calentitos, porque los asocia a comida cocinada que es más fácil de digerir.
Si tu hijo lleva 10 minutos delante del mismo plato de verdura, la cosa cada vez se pondrá más difícil..aunque calentar un poco la comida puede ayudar.