2.Deja que el niño elija y se sirva: Si la comida se presta a ello, puedes dejar varios cuencos en el centro de la mesa con distintos tipos de verdura y dejar que el niño elija las que más le gusten. El hecho de que el niño sienta libertad y responsabilidad en su propia alimentación aumenta la probabilidad de que pruebe distintos alimentos y coma con más apetencia.
¿Acaso no te gusta a tí elegir lo que vas a comer en un restaurante? Implicarse en la preparación de los alimentos (por ejemplo separando la lechuga con las manos) o simplemente que colaboren poniendo la mesa, también aumenta su implicación a la hora de comer.