5 / 5
“27 años después de tu corta vida, todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Yo era solo una muchacha de 24 años de edad, recién casada y emocionada por dar la bienvenida a un nuevo bebé en nuestra familia. Te llamé Brittany Dianne.

Llegaste pronto, a las 23 semanas, sin mucho aviso y luchaste tan duro como se puede luchar para quedarte aquí en esta Tierra con nosotros. Tuve esas 23 semanas contigo y 4 cortas horas de vida.

Aquellos momentos que pasé contigo, mi dulce Brittany, fueron los que me convirtieron en la persona y madre que soy hoy.

Conservo una caja con tus cosas para recordarme que me hiciste madre. Tu sombrerito, tus huellas de manos y pies e incluso tu cabello están guardados en un lugar seguro en tu álbum de bebé. Dos fotos son todo lo que tengo de ti y eso duele. En esas fotos estás conectada a las máquinas.

No puedo evitar pensar que sentías mucho dolor. Ojalá tuviera fotos de cuando tu padre y yo te tuvimos en nuestros brazos.

Eras un bebé de tamaño perfecto, de 30 centímetros, con rasgos perfectamente formados.

Durante años, he buscado las razones por las que no estás aquí con nosotros. Ahora sé que Dios tenía un plan mejor y más grande para ti, algo que un día cobrará perfecto sentido para mí. No soy la misma persona que solía ser y eso es bueno.

Sé que la vida es preciosa y que nunca debe darse por sentada. Con cada triste historia de pérdida de embarazo que escuché después de que naciste, sé que muchas otras cosas podrían salir mal.

Me he sentido culpable y deprimida por no poder ayudarte. Una incompetencia del cuello uterino fue la razón por la que llegaste antes de tiempo, lo que para mí significaba que yo era una madre incompetente.

Todavía hoy no entiendo algunas de las razones que me dieron para tu muerte y creo que nunca lo entenderé. Comentarios hirientes como que eres joven, puedes tener más bebés, solo piensa en todo el dinero que costaría mantenerla con vida, etc... Ninguno de esos comentarios me ayudó a superar mi dolor. Escribir un diario, rezar e intentarlo de nuevo sí ayudaron. Dos niñas más te siguieron, y son fantásticas. Sin embargo, sigues siendo mi primera hija, Brittany, y algún día nos reuniremos. Sé que esa reunión será el mejor día de todos. Hará que mi corazón vuelva a estar entero. 

Espero que sepas que fuiste muy querida y amada. No pasa un día en el que no piense en ti y me pregunte qué podría haber sido.

Gracias a ti, tengo compasión por otros que sufren este tipo de pérdida. Gracias a ti, me he hecho lo suficientemente fuerte para perder a muchos de mis seres queridos.

Tuviste un gran propósito en tu corta vida. Mi perfecta y hermosa chica, Brittany Dianne McIntyre.

Demasiado perfecta para este mundo y libre de sufrimiento. Te amo con todo mi corazón, que aún es fuerte aunque me falta el pedazo que eres tú. Hasta que nos volvamos a encontrar... Te quiero, mi niña. Tu mamá, Kimberly Kaye McIntyre”.

+

© Emptyphotoproject - Instagram