11 / 14
CASSEL (Norte): En la iglesia de Notre-Dame, los peregrinos veneran desde el siglo XVI la milagrosa estatua de Nuestra Señora de la Cripta. Santa patrona de la ciudad, ante ella el mariscal Foch dirigió una oración diaria durante su estancia en Cassel durante la Primera Guerra Mundial. Cuenta la leyenda que fue gracias a su intercesión que la ciudad evitó los bombardeos.
+