"¡Cristo os llama y el mundo os espera! Recuerden que el reino de Dios necesita su generosidad y dedicación completa. No actúen como el joven rico que, invitado por Cristo, no pudo elegir y guardó sus posesiones y tristeza, aquel que había sido visto con una mirada amorosa. Actúen como aquellos pescadores que, llamados por Jesús, inmediatamente dejaron todo atrás y se convirtieron en pescadores de hombres" (San Juan Pablo II, Roma, Italia, 2 de febrero de 1989)
+© Jeffrey Bruno