"El peligro no estaba muy lejos. De hecho, alrededor de la mitad de la noche, a medida que los vientos aumentaban y el mar se agitaba, vimos a la pinaza a la distancia con dos luces en su mástil. En ese momento estábamos seguros de que la nave estaba perdida y de que había sido tragada por los profundos remolinos, ya que se perdió de vista en un instante y no nos llegó ninguna noticia de ella hasta seis semanas después. Por lo tanto, todos estaban convencidos de que la pinaza se había hundido; sin embargo, Dios tenía mejores cosas reservadas". - Del diario del p. Andrew White S.J.
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