El día antes de su boda, Carlos le dijo a Zita: "Ahora tenemos que llevarnos el uno al otro al cielo". Para expresar su devoción a la Madre de Cristo, antes de partir de luna de miel, la pareja realiza una peregrinación al santuario mariano de
Mariazell, dedicado a Nuestra Señora Magna Mater Austriae (La Gran Virgen de Austria).