Casto.
San José era joven de una estirpe prestigiosa entre los judíos. Podría haber tenido un matrimonio fecundo en hijos biológicos. Pero los planes de Dios son distintos y es el escogido como padre "adoptivo" de Jesús. Permanecerá virgen, se guardará y tratará con el máximo respeto a María y al Niño, y se entregará a esta misión con todo su corazón, limpio y casto. Por eso la Iglesia lo ha hecho Patrón de las Familias, porque él sabe como nadie del verdadero amor que debe reinar en un hogar.
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