Defensor y protector.
Para proteger a Jesús de Herodes, que quería matarlo porque creía que iba a usurpar su trono, decide "exiliarse" con santa María y el Niño Jesús en Egipto. Allí él, judío, está dispuesto a vivir como extranjero (cf. Mt 2,13-18) hasta que las condiciones permitirán el regreso a Israel.
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