Con la mirada puesta en el cielo.
San José se entrega a los planes de Dios, sabiendo que lo más importante en la vida es cumplir su Voluntad. Eso es lo que le hará llegar al cielo. Pone en camino a los suyos y es el primero de los tres en llegar "arriba". Es lógico pensar que al morir, Jesús y la Virgen estarían junto a él. Por eso ahora nosotros lo tenemos como Patrón de la buena muerte, porque también quisiéramos dejar este mundo así, arropados por la Sagrada Familia.
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