Preguntar y proponer.
“¿Qué es lo que sientes cuando digo o hago esto? ¿Cómo puedo hacerte más feliz?” Preguntar es un camino seguro para cerciorarnos de lo que el otro piensa y siente. No es conveniente dar consejos cuando no nos lo solicitan. En muchas ocasiones, el cónyuge solo necesita compartir una preocupación o un pensamiento, pero puede que no le guste que le den consejos. A las mujeres, por ejemplo, nos pasa mucho esto. Sentimos la necesidad de compartir y sólo queremos oír un consejo cuando lo solicitamos.
+© simona pilolla 2 | Shutterstock