Ser auténtico y vulnerable.
Los compañeros necesitan que seas auténtico y vulnerable, que compartas tus luchas y tus fracasos. Las dificultades muestran el camino que hay que recorrer para lograr éxitos y aprender de los fracasos. El perfeccionismo da miedo y dificulta que la gente trabaje contigo. Crea un entorno para que el equipo se sienta más cómodo hablando. Así se comparten ideas más innovadoras y productivas, fundamentales para la excelencia.
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