Dar validez e importancia a sus emociones. Habrá necesidades que a ojos de un adulto puedan parecer banales, pero para ellos no lo son. Todo lo contrario, son muy importantes. La relación con los coetáneos se transforma en algo existencial para ellos. Están dando pasos para ir encontrando la propia identidad y esto se realiza por medio de la relación con sus amigos y compañeros.