No duermas siestas de más de 30 minutos.
La siesta es una buena estabilizadora del cuerpo, siempre que no sean muy largas. Los estudios dicen que es suficiente con 20 minutos. Si dormimos siestas muy largas, por la noche no tendremos sueño, alargaremos la hora de acostarnos y no seguiremos la regla de nuestro reloj biológico.
+© Shutterstock | PABLO ADRADA