Haz tu propio kit de emergencias
Llena tu depósito de cosas buenas para que, cuando aparezca el mal humor, puedas darle la vuelta. Cosas buenas en la memoria como recuerdos entrañables y llenos de cariño, situaciones divertidas, la memoria de un antepasado que falleció pero sigue siendo un referente en cuanto a la conducta familiar... También te puede ayudar una fotografía que te ponga de buen humor. Y, cómo no, ese número de teléfono que puede ser la lancha de salvamento: hablar con tu madre o con tu hermano te ayudará a poner cada cosa en su lugar.
+© Cortesía familia Portilla - Campos