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“Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él”. (Salmo 118:24)
A veces tenemos tantas distracciones en nuestra mente que no nos fijamos que el sol salió, que respiramos y Dios nos ama. Cada mañana es, literalmente, un nuevo día… una nueva oportunidad que nuestro Padre nos da para cambiar, mejorar, solucionar nuestros problemas y lograr lo que queremos. A veces es difícil, pero trata de empezar el día siempre con un corazón contento.
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