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UNA SOLA TAREA PARA HOY. La instrucción de “ordena tu habitación” es desalentadora y demasiado abstracta para el niño. ¿Por dónde empiezo?, se pregunta el crío. Nunca cometas este error, aunque tu paciencia esté al límite: no dejes a tu hijo solo en su habitación con esa orden de “¡ahora te toca limpiar!”. Sin duda, estará perdido y no sabrá qué hacer ni cómo. En cambio, puedes presentarle la tarea que deba hacer en varios pasos. Ofrece fórmulas sencillas y progresivas. Por ejemplo: “Hoy puedes ordenar el estante de abajo con los peluches”. O también: “Puedes poner todas tus muñecas en esta cesta y los peluches en este cajón”. Tu hijo o hija podrá entonces visualizar cuál es la “solución al problema”. Luego se las arreglará sin dificultades por sí solo y sentirá orgullo por su trabajo bien hecho. ¡Así encontrará motivación rápido para la próxima vez!
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