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UN GRAN DÍA PARA ORDENAR. Organiza de vez en cuando ─por ejemplo, antes de un cumpleaños o una celebración─ un gran día para ordenar. Será el momento de ordenar todas las cosas y decidir de qué deshacerse para siempre. Explica bien a tu hijo este sabio principio: cuando un objeto nuevo entre en casa, tendrá que renunciar a otro antiguo para dejar paso al recién llegado y evitar así acumular trastos. Explícale que los juguetes con los que ya no juega porque es mayor harán muy feliz a algún niño más pequeño. También, anímalo a preparar una caja de cartón con cosas limpias y en buen estado para donarlas a una asociación que haga buen uso de ellas para otros niños. No olvides felicitarlo con solemnidad. ¡Una lección de empatía que tu querida cabecita morena no olvidará!

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